A priori, el equipo elegido por Lionel Scaloni para el debut de la Selección en la Copa América, pese a alguna novedad en algunos nombres, mantuvo el esquema y la idea de juego que se viene asentando desde hace un tiempo.
Con línea de cuatro en el fondo, el mediocampo tuvo a Leandro Paredes como cinco posicional, a Rodrigo De Paul a su lado, y a Ángel Di María y Alexis Mac Allister por las bandas. Esta fue, quizás, la principal novedad. El volante de Liverpool no apareció como interno más tirado al centro, sino más bien sobre la banda izquierda; un puesto en el que no se lo vio cómodo prácticamente en ningún momento. Arriba, Lionel Messi y Julián Álvarez, la delantera que se consolidó en el tramo final del Mundial de Qatar.
Canadá, por su parte, también apostó a un 4-4-2 tradicional y a una propuesta audaz, aunque muy arriesgada: adelantó líneas y trató de jugar lejos de su arco.
Ese posicionamiento llevó a que Argentina, más que por juego asociado, encontrara las chances más claras a partir de pelotazos largos a espaldas de los laterales, aprovechando la velocidad de Ángel Di María y las ocasionales trepadas de Marcos Acuña, el que más subió de los laterales (con poco rédito).
Sin embargo, el seleccionado nacional no pudo ser claro dominador desde el juego casi en ningún momento. Sí tuvo buenas combinaciones, pero fueron esporádicas. En general, se notó un mediocampo muy largo y muy ancho: Paredes intentó ser el primer eslabón del juego tirándose en medio de los centrales, pero no tuvo mucha compañía.
De Paul, ligeramente sobre la derecha, se adelantó algunos metros, y durante el primer tiempo no participó demasiado de la elaboración, mientras que Mac Allister quedó muy aislado por la izquierda. Messi, en tanto, no retrocedió demasiado y por eso entró poco en juego.
En la faceta defensiva, sufrió y demasiado por momentos. Canadá eligió principalmente la banda izquierda con el binomio Alphonso Davies-Liam Millar, sobre todo en el primer tiempo. Molina, sin demasiada colaboración, lo sufrió bastante y se vio desbordado en más de una ocasión.
Aunque no lo atacaron tanto, Acuña tampoco mostró la seguridad habitual, sobre todo con el picante ingreso de Jacob Shaffelburg en la segunda mitad. Los laterales quedaron en deuda en defensa y también en ataque en donde no fueron una alternativa habitual, como sí lo habían sido durante todo el ciclo Scaloni. Además, a espaldas de los volantes centrales también aparecieron huecos que Canadá intentó aprovechar. Pero no pudo.
De todas maneras, esas combinaciones que aparecieron de manera esporádica terminaron marcando la diferencia a favor de Argentina que, con dos buenas jugadas colectivas, encontró los goles. Ahora, el desafío de Scaloni será encontrar solidez defensiva y un poco más de juego colectivo.